Surtimos a empresas, Industria Desarrollos habitacionales y más...
¿Sabías que con tu antiguo foco incandescente solo aprovechas un 12% de iluminación y lo demás es calor?
¿Ahora entiendes por qué los pollitos se lograban en la caja con un foco de 100Watts o el horno de juguete con esa bombilla puede darles pasteles a los niños?
Esta tecnología está al borde de la extinción, y como te lo comentamos en el post anterior de la tabla de ahorro de watts, si no haces un cambio pronto, lo que va a extinguir de igual forma es a tu economía.
Los hechos son los siguientes:
- Seis veces de mayor duración.
- Una quinta parte de energía solo se utiliza para iluminar tus espacios.
Bien, te explicamos la operación de tu lámpara ahorradora o CFL por sus siglas en Inglés (Lámpara Fluorescente Compacta).
|
☞ ¡Tenemos paquetes especiales de 6 focos ahorradores a 99.00 pesos mx! |
El casco de vidrio en forma de espiral o tubo está recubierto con una capa de material fluorescente. En su interior encontramos Argón y una pequeña cantidad de vapor de Mercurio, además de un circuito de balastro electrónico.
El tubo de vidrio de una CFL se dobla (o se le da forma de espiral) y los dos extremos se fijan en una base para que el tubo quede sellado. Los electrodos se fijan en cada extremo del tubo. La base contiene un circuito de balasto electrónico. La base también incorpora un conector que permite que la bombilla calce en las tomas de bombilla estándar.
El balasto genera una corriente eléctrica apropiada que pasa a través de la mezcla de argón y vapores de mercurio dentro del tubo. Cuando se aplica un voltaje a través de los electrodos, el gas en el interior se ioniza y permite la conducción de corriente. La corriente eléctrica que pasa a través de la mezcla de gases excita las moléculas de gas, lo que provoca la producción de radiación ultravioleta.
El recubrimiento fluorescente es generalmente de fósforo. Cuando la radiación ultravioleta cae sobre este recubrimiento de fósforo, emite luz visible. Así es como funciona una lámpara fluorescente compacta. Un hermoso juego de química y elementos hacen la luz.
La salida de luz visual de cualquier bombilla se mide en términos de 'lúmenes'. Obviamente, la eficiencia de una bombilla sería la cantidad de lúmenes producidos por watts de la electricidad consumida. Una bombilla CFL de 15 watts produce la misma cantidad de lúmenes que la producida por una lámpara incandescente de 60 watts. Por lo tanto, una CFL ahorra casi el 75% de la electricidad sobre una lámpara incandescente.
El balasto proporciona una corriente apropiada para iluminar la bombilla CFL. Si el circuito de balasto no se emplea y el tubo fluorescente se conecta directamente a través de la red eléctrica, extraerá una gran corriente de forma rápida y sin control. Tu bombilla simplemente se consumiría.
Un circuito de balasto proporciona un suministro regulado y controlado para encender la bombilla CFL. Durante el arranque inicial, el balasto proporciona un alto voltaje que es necesario para la ionización del gas. Una vez que la lámpara se ilumina, el balasto reduce el voltaje rápidamente a lo que se requiere para mantener la bombilla encendida.
Nos vemos la siguiente semana en LUMIKON
